Revista europea de historia de las ideas políticas y de las instituciones públicas


ISSN versión electrónica: 2174-0135


LA DUALIDAD FALCONESCA EN LA MANO DE FÁTIMA/ ENTRE REALIDAD Y FICCIÓN

Samira HENNOUS

RESUMEN: En este modesto estudio nos interesa abordar el uso de la ficción y su verosimilitud en la novela que nos incumbe “La Mano de Fátima” de Ildefonso Falcones de Sierra. Esta novela de trasfondo histórica intenta interpretar los hechos reales acontecidos en España durante la época morisca, desde el levantamiento alpujarreño hasta la expulsión definitiva de los moriscos. En las líneas siguientes nos intenta mostrar cómo el autor ha intentado buscar un equilibrio entre la maurolofia y la maurofobia a través de la ficción de los libros plúmbeos del Sacromonte que intentan acercar a los dos bandos religiosos, a través de la doble identidad religiosa y cultural creada por este grupo étnico y mediante el uso de la imagen de la virgen María como símbolo de unión entre las dos comunidades. En suma, la comunicación siguiente se enfoca en el análisis de aquellos hechos interpretados en la novela de nos concierne de una manera dual.

PALABRAS CLAVE: Dualidad, Moriscos, La Mano de Fátima, Ficción, Realidad.

ABSTRACT: In this modest study we are interested in the use of fiction and its verisimilitude in the novel "La Mano de Fátima" by Ildefonso Falcones de Sierra. This novel with a historical background attempts to interpret the real events that took place in Spain during the Moorish period, from the Alpujarra uprising to the definitive expulsion of the Moors. In the following lines, he tries to show how the author has tried to find a balance between Maurolophy and Maurophobia through the fiction of the Sacromonte's plumbeous books, which attempt to bring the two religious sides together, through the dual religious and cultural identity created by this ethnic group and through the use of the image of the Virgin Mary as a symbol of union between the two communities. In short, the following communication focuses on the analysis of those events interpreted in the novel that concerns us in a dual way.

KEYWORDS: Duality, Moriscos, the hand of Fatma, Fiction, Reality.

1. Introducción

Desde los siglos remotos, España fue un territorio donde habían aparecido comunidades y pueblos de diferentes costumbres y culturas, dirigidos por diversas convicciones religiosas. En dicha tierra, se lucha sin parar, se combate para que cada bando conserve su identidad, su libertad y su derecho a la diversidad, es justamente el caso de los moriscos, los últimos descendientes de los Andalusíes en España. Se puede decir que la complejidad de los retos desde la Edad Moderna sigue llamando la atención y engendrando la curiosidad tanto de los investigadores como los literatos que se sienten interés por la cuestión morisca a dedicar estudios de aquel grupo social hispanoárabe que fue víctima de un largo proceso de injusticia y discriminación por ser diferente al otro.

Sin duda alguna, el tema morisco ha gastado tanta tinta, ha sido abordado por diversos ángulos, ofreciéndonos varias posibilidades que prepara el terreno y el camino hacia nuevas exploraciones, es el caso de la novela que nos incumbe donde enfocamos nuestra breve investigación en estudiar la dualidad y la mezcla de la verdad y la mentira en la obra de Ildefonso Falcones de Sierra, titulada “La Mano de Fátima”, obra que ha logrado un éxito y popularidad mundialmente.
Su valor histórico-literario y su originalidad son unos de los motivos que han brindado nuestra mirada y nos han empujado a escoger esta novela de trasfondo histórico que nos lleva viajar en el tiempo a siglos atrás, a Andalucía de la edad Moderna. Para llevar a cabo nuestro modesto estudio sobre el mundo morisco presentado en el imaginario Falconesco, vamos a intentar responder a las siguientes cuestiones: ¿Cuál es la aproximación hacia el otro que ha sido vislumbrada desde la ficción falconesca?, ¿Cómo se presenta la imagen del morisco en el relato?, ¿existe una mirada tolerante en la novela?
Con el fin de responder a aquella problemática, vamos a basarnos sobre dos ramas mutuamente complementarias; de entrada, presentamos un breve recurrido histórico de los verdaderos hechos históricos tratados en la novela, luego vamos a focalizar el estudio sobre la verosimilitud literaria hallada en la novela.
La mano de Fátima, escrita por Ildefonso Falcones, publicada en 2009 por la editorial Grijalbo. Es novela literaria de trasfondo histórico que traslada el lector a la Andalucía de finales del siglo XVI y principios del XVII, lugar en donde la lucha por la convivencia y la tolerancia entre la cruz y la media luna se alarga años más después de la reconquista conociendo unos momentos de paz y otros de guerra y sufrimiento entre dos masas sociales: los cristianos, y los musulmanes identificados históricamente como Moriscos: una minoría de cristianos nuevos que practicaba la taqiyya para conservar su verdadera fe.
La novela aborda el tema Morisco desde la rebelión de las alpujarras hasta su salida del país hacia el Magreb, en un ambiente dramático-trágico que agrupa a múltiples temas en un solo campo como el amor, la guerra, la esclavitud, la injusticia, la intolerancia religiosa, la tortura, el odio, la confianza, la desconfianza y otros más, asimismo. Falcones logró dibujar con perfección la sociedad morisca granadina gracias a la intervención de numerosos personajes tantos reales como ficticios en su diégeses que hacen mover las acciones.
La novela tomo como protagonista a un niño morisco llamado Hernando Ruiz, odiado por las dos comunidades, los moriscos.

2. Los moriscos en busca de su identidad (contexto histórico)

Con el pretexto de equipararse e igualarse con los países europeos occidentales caracterizados por la unidad espiritual, además de marcar un país que entró en la Edad Moderna y conseguir un estado fuerte y unido; la soberanía cristiana impuso la homogeneización de todos los disidentes restantes y para llevar a cabo su objetivo, seguía diversos procedimientos que día tras día desmintieron las cláusulas de convivencia y respeto reciproco aprovechando del mínimo error para actuar con violencia. En general estos procedimientos no se limitaron solamente en el reino de Granada, sino se generalizaron y abarcaron otros reinos de la Península (los reinos en los cuales se residen los Mudéjares). Unos de esos procedimientos son los edictos o las pragmáticas contra los descendientes de los andalusíes: mudéjares y luego Moriscos.
Los Moriscos son los descendientes de los musulmanes que se vieron obligados a convertirse principios del siglo XVI, son oficialmente cristianos, hecho por lo cual en los documentos oficiales se conocen como “cristianos nuevos de moros” para deferenciales de los cristianos viejos y para designar a la figura de “lo otro”/ “del otro”. Este hecho no les provocó problemas a nivel religioso, porque lo único que había sido cambiado para ellos fue el contexto sociológico, mientras seguían siendo y permaneciendo identificamente fieles al único Dios y al culto islámico, practicando los rituales islámicos clandestinamente en sus casas, lejos de los ojos de los cristianos y la inquisición.
Con el paso del tiempo, la condición de los Moriscos había cambiado paulatinamente a raíz de las nuevas leyes y pragmáticas por parte de los emperadores cristianos Carlos V y Felipe II que limitaron cada vez más las libertades y borraron la identidad de aquella masa social en el suelo español. La presión se hizo cada vez más fuerte hasta que les amargaron la vida y los textos que reflejaban el respeto reciproco y la tolerancia se han ido desmintiendo años tras años. El punto crucial de todas las relaciones cristiano-andalusíes se estalló en 1526, cuando el emperador Carlos V visitó Granada; esta visita marcó una etapa decisiva en la supresión de los moriscos (sobre todo una opresión inquisitorial contra los cristianos nuevos). El 7 de diciembre del mismo, una junta convocada por iniciativa regia publicó un documento que aspiraba borrar todo particularismo morisco y toda manifestación islámica, sus distintos artículos obligaron a los moriscos a hablar el castellano en un plazo de tres años, restringían y prohibían el uso del árabe escrito u oral, la forma de vestir: prohibía el porte de lamafada, el de amuletos joyas o cualquier otro símbolo perteneciente al islam, asimismo se prohibía la circuncisión, la posesión de armas, la de esclavos, métodos rituales de matar animales para el consumo y los desplazamientos de residencia (Domínguez Ortiz y Vincent, 1993). Hasta el matrimonio por su parte se convirtió en objeto de estricta vigilancia. Domínguez Ortiz y Vincent, (1993) afirman que: “a partir de entonces se vio que no se trataba del rechazo al infiel, sino simplemente del rechazo al otro, al diferente” (p. 30). El desconecto público provocó una sublevación en Albaicín que terminó con una convivencia pacífica.
Cabe decir que, esta pragmática quedó suspendida durante cuarenta años: “todo lo referente a la prohibición de las costumbres moriscas quedó en suspense”. No fue llevaba a la práctica a cambio de unos 80.000 ducados (Palmeral, p. 25) entregados por los granadinos se le da a conocer como “el pago de la fe”.
No obstante, la pragmática que colmó el vaso es la de Felipe II tras decidir cumplir y llevar a la práctica las leyes de su padre, para borrar la figura del musulmán y del islam en la monarquía, por aquello en el 17 de noviembre de 1566 dotaron la decisión de promulgar una pragmática que va a terminar con un levantamiento.
Una junta se reunió en Madrid y elaboró una pragmática de reformación morisca, fue promulgada el 1 de enero de 1567: el texto definitivo se promulgó, mediante pragmática Real, el uno de enero de 1567 obligaba a los moriscos no sólo a ser cristianos, sino a parecerlo. Todos los rasgos y peculiaridades culturales, hasta ahora más o menos tolerados, debían de desaparecer: tales, su lengua, sus ropas, bailes, costumbres, tradiciones, entre otros, en fin, era el tiempo de la aculturación total.
Después de la promulgación de esta cédula, parece claro que la monarquía española busca lograr una verdadera integración social y religioso de los moriscos, tras un medio siglo de la conquista del último reino nazarí.
Ante esta situación, los moriscos se habían quejado públicamente al consejero Real, pero nadie les escuchó ni les admitió, en circunstancias desesperadas se vieron obligados a sublevarse para reconocer sus derechos paseados antes de 1492 (Cabrera de Córdoba, 1876) afirma que: “Viendo los moriscos que no eran admitidas las suplicas para suspender las pragmáticas, y que la ejecución les molestaba [... ] y trataron sobre el tomar las armas para su libertad y venganza de los cristianos” (p. 595).
Los cristianos nuevos que rechazaron estas nuevas medidas huyeron a las montañas para preparar la sublevación, en efecto el levantamiento fue iniciado por Farax Ben Farax en el barrio de Albaicín, la víspera del 24 de diciembre de 1567, como afirma Mendoza, (1842) al escribir: La noche de Navidad, que la gente de todos los pueblos está en las iglesias, solas las casas, y las personas ocupadas en oraciones y sacrificios; cuando, descuidados, desarmados, torpes con el frío, suspensos con la devoción, fácilmente podías ser oprimidos de gente atenta, armada, suelta y acostumbrada a saltos semejantes (p. 12).

Efectivamente, la rebelión se extendió de pronto, como un incendio, desde las Alpujarras, y Ronda hasta llegar al norte de Málaga. El Partal de Narila y el Seniz de los Berchules atacaron y mataron a los escribanos y alguaciles de Ugijar, tras pocas horas, los monfíes torturaron y mataron a los escuderos de Motril, así que proclamó la rebelión en Soportùjar y Cañar, luego Don Hernando de Zaguer tomó la iniciativa y con toda su ira atacó una compañía de cincuenta soldados.
En suma, se puede decir que, a finales de 1568, toda la Alpujarra estaba en el campo de la batalla, los insurgentes nombraron a Aben Humayya como rey de los moriscos. La respuesta del Rey no se tardó, envió a sus capitanes, condes y hasta su propio hermano Juan de Austria quien logró sofocar la rebelión en 1571.
Esta lucha provocó la deportación de los moriscos granadinos hacia otras tierras de la Corona y más tarde la expulsión definitiva entre 1614. Este recorrido histórico ha sido interpretado en la novela literaria de Ildefonso Falcones tomando en el centro de acción a un morisco atrapado entre dos amores y dos religiones, odiado por los moriscos por su linaje, ya que era el fruto de la violación de un sacerdote cristiano a una morisca llamada Aisha, y por los cristianos a causa de su cultura, su religión y costumbres de su familia. La intervención del protagonista y de su familia en el relato es totalmente ficticia, este joven se encuentra entre los sublevados, donde conoce todo tipo de crueldad, brutalidad, sufre de la esclavitud, por una parte. Por la otra en el campo de batalla encuentra a su amor de vida a Fátima, una muchacha de grandes ojos negros y de pecho seductor.
Tras la derrota y por obligación, se traslada a Córdoba donde se va a casar con Fátima y construir una familia que por lastima, esta felicidad será robada por su Padrastro Brahim. Su vida privada y las dificultades de existencia diaria no va a interrumpir su plan que consiste en recuperar la dignidad, la cultura y la religión de sus hermanos de fe. Para alcanzarlo habrá que correr riesgos, desafiar las leyes.
En este sentido, Hernando va a intentar conseguir la tolerancia perdida entre las dos comunidades a través de unas peligrosas iniciativas como falsificar los libros plúmbeos del Sacromonte, traducir el evangelio de Bernabé o el Libro Mudo la Virgen con el fin de acercar a las dos religiones a través de la figura de la virgen María, otro riesgo que corrió el protagonista y su familia es conservar las costumbres religioso-culturales moriscas. Estos elementos y otros más han sido tratados con dualismo entre la verdad y la mentira, a punto de que resulta difícil diferenciar el acontecimiento real de lo ficticio para los lectores que ignoran la historia de los moriscos de España. En las líneas siguientes vamos a intentar presentar esta verosimilitud a través de la intervención del protagonista Hernando y su familia en todo ello.

3. La ficción de los libros plúmbeos de Granada y la Mano de Fátima

Los libros plúmbeos del Sacromonte de Granada y las reliquias son el fruto y el resultado de un largo contexto histórico- cultural y polémica religiosa, son sin duda alguna unos de los episodios y capítulos más apasionantes de la historia de los moriscos del reino de Granada, un territorio que vivía bajo los efectos de la rebelión de la Alpujarras, o la guerra que provocó y ocasionó que la mayor parte de la población fuese desterrada, quedando no obstante unos que se volcaron al cristianismo y se asimilaron como aristócratas de ascendencia Mudéjar; éstos ocuparon importantes puestos en al aparato estatal y están conectados con los mejores pedigrís de la antigua ascendencia cristiana, eran médicos que entienden la lengua árabe de los musulmanes de los tiempos de los Nazaríes; sacerdotes/ clérigos seculares de origen converso que habían ganado relevantes cargos en las instituciones eclesiásticas y traductores del tribunal del Santo Oficio, se supone que estos últimos actuaron en la dramática falsificación de los libros.
En medio de esa historia tenemos a un Hernando Ruiz, un morisco celoso de su culto religioso, se preocupaba sinceramente por la recuperación de la dignidad de sus hermanos de fe, y lograr el acercamiento entre ambas religiones para evitar todo tipo de injusticia y violencia. En el relato Hernando con sus colaboradores Alonso del Castillo, Miguel de Luna, y don Pedro se encargaron de hacer aparecer los restos de San Cecilio en Granada.
La historia de los hallazgos en la obra que nos concierne empieza cuando Hernando de cuarenta y un años pensaba hermanar cristianismo e islamismo o como se dice en el relato: “uniré las dos leyendas […] uniré las dos religiones” (p. 765). La palabra leyendas aquí hace referencia a la evangelización del reino de Granada por San Cecilio y Santiago.
Llevar a cabo el proyecto no era una tarea fácil para los personajes, todo el proceso tendría que desarrollar en secreto, la mínima sospecha puede conducir los elaboradores a la muerte / la hoguera; por lo cual, el protagonista tomó la iniciativa, decidió viajar en busca de hombres de confianza, hombres que las autoridades no dudan de ellos. Hernando encontró en sus amigos don Pedro de Granada Venegas, Alonso de Castillo y Miguel de Luna el refugio seguro y el cobijo adecuado, éstos se ponen de acuerdo sobre/ acerca de copiar los escritos de Hernando en pergaminos de plomo, así será difícil constatar que son recientes en la novela se dice:
—Antiguo sí que lo era —le interrumpió Hernando con una sonrisa—, por lo menos de la época de al-Mansur.
—Ya, pero no lo bastante —terció Castillo—. Utilicemos otro material que no sea papel o pergamino: oro, plata, cobre...
—Plomo —apuntó don Pedro—. Es fácil de conseguir y se utiliza mucho en orfebrería.
—Los griegos ya escribían sobre láminas de plomo —indicó Luna—, es un buen material. Nadie podrá decir si es antiguo o actual, sobre todo si lo pasamos por un baño de estiércol, como ya hizo nuestro amigo con el de laTurpiana.
Hernando se sumó a las sonrisas de sus compañeros. (p. 772).

Los libros plúmbeos Falconescos no se difieren tanto a los reales, sino al contrario podemos hablar de una verosimilitud y semejanza entre los dos:
- La temática: en los libros plúmbeos tanto reales como ficticios se narra el martirologio de San Cecilio, un apóstol de origen árabe era la llave que abrió las puertas de la esperanza morisca.

- Uso de la lengua: en primer lugar, se opta el castellano dejando al margen las lenguas con la que siempre habían escrito como la lengua griega, en segundo lugar, se usa el árabe y el latín para que todo el mundo comprenda su contenido. Había también otras láminas escritas en un alfabeto extraño usando caracteres salomónicos para fingir antigüedad, en el relato Hernando fue el quien inventó esta caligrafía:

Algunos están en latín —explicó entonces Hernando—, pero para otros, los escritos en árabe, he utilizado complicados caracteres puntiagudos, con una caligrafía desconocida que he inventado yo mismo, basándome en la imagen de los vértices de la estrella del Sello de Salomón: el símbolo de la unidad. He pretendido apartarme de cualquier estilo posterior al nacimiento del profeta Isa (p. 773).

- Uso del material: el plomo es el material optado para copiar los escritos en los dos mundos: lo real y lo ficticio.

- El volumen de los hallazgos: Falcones respeta el volumen de los hallazgos, en su ficción habla de veintidós conjuntos de láminas de plomo, de tamaño no uniforme unidas por hilos metálicos.

- Lugar de descubrimiento: en los dos mundos, los primeros hallazgos fueron encontrados en un lugar dedicado al culto religioso: mezquita. Es en el capítulo sesenta donde se habla del descubrimiento de los hallazgos por dos obreros y luego los tesoros hallados por los buscadores.

- Referencias a María: la virgen María es el guión y el nexo de unión entre las dos religiones, se convirtió en el eje central de todos los libros y se sitúa en el centro del mensaje divino. En los dos libros se alude al evangelio de María, el libro Mudo que fue entregado a Santiago para evangelizar España. En ellos se señala que tanto San Cecilio y San Tesifón eran árabes y acompañaron a Santiago en su misión.

No obstante, existen unos puntos de diferencia introducidos por el autor como la autoría de las obras. En la mano de Fátima Hernando era él quien se encargó de estudiar las fabulas, mitos y leyendas que España entera se hallaba invadida y analizarlos para cambiar el mundo de la creencia religiosas de un lado y minar los fundamentos de la iglesia cristiana por el otro. Así pues, el autor de las obras es el protagonista de la novela pidió a un orfebre llamado Binilit copiar sus textos en medallones / láminas de plomo y que luego al estar listas, las puso a disposición de sus amigos para ocupar de difundirlas:
Hernando había decidido no permanecer en Granada más tiempo del que necesitara para hacer entrega de los plomos. Después de siete años de estudio y de trabajo, en el mismo momento en que hubo puesto su obra a disposición de don Pedro, Luna y Castillo, quienes le esperaban en la casa de los Tiros (p. 784).

La intervención de nuestro protagonista es ficticia para crear el suspenso literario, no así la de Migue de Luna, Alonso de Castillo, don Pedro de Granada Venegas y don Pedro de Castro.
Según Falcones, las cuevas del Sacromonte se convirtieron en lugar milagroso y de bendición, de que son numerosos los milagros que sucedieron desde que apareció los primeros libros y láminas: de primero, unas monjas testificaron ante el arzobispo haber visto luces extrañas sobre el monte y procesiones etéreas iluminadas gracias a fuegos sagrados dirigiéndose hacia el lugar donde se hallaron los hallazgos, es lo sucedido en la novela que nos concierne, de segundo, una niña postrada en cama desde cuatro años, ésta fue llevada a la cueva y salió andando, de tercero un obispo de Yucatán viajó hasta granada para amasar la tierra de la cueva con agua bendita para formar una pasta y al aplicarla sobre el herpes se curó al instante.
Falcones ha tenido casi todos los requisitos para crear su relato ficticio basándose en la verdadera historia de unos tesoros hallados en cuevas de ruinas antiguas alrededor de Valparaíso: unos médicos traductores e intérpretes oficiales del árabe que podrían ser perfectamente Alonso de Castillo y Miguel de Luna; un noble musulmán que logró integrarse en la sociedad cristiana que podría ser don Pedro de los Granada Venegas; un arzobispo que podría ser don Pedro de Castro Cabeza de Vaca que quería hacer de Granada una ciudad más santa que Roma; unas letras Salomónicas que servían de engañar y confundir a los traductores; optar por dos libros: Los fundamentos de la iglesia y La esencia de Dios. Aunque no entraba en contacto con los varios tipos de vida española de la Edad Moderna, el autor logra trazarnos el panorama de la realidad social de aquel tiempo a través de parodiar el drama y eso sirve parodiar su punto de vista de lo ocurrido y manifestar su solidaridad y su compasión con los moriscos. Él con su espíritu crítico y conciencia humanista no pudo saltar y dejar pasar la conmoción que supusieron los tesoros sin homenajear el hecho.
Estos hallazgos fueron diseñados para servir como puente de fusión entre dos culturas, respondiendo a la dual visión de las comunidades: la morisca y la cristiana; se basan en cuestiones políticas y religiosas de la España Moderna, situación a la vivieron los protagonistas del hecho en la ficción.

4. La Virgen María un puente interreligioso

La Virgen María, es una figura clave tanto en la religión la musulmana como en la cristiana, ambas creen en ella en forma similar, ambas comparten una admiración y un respeto a ella. Maryam como se le da a conocer en el islam, representa aquella santa, adornada y elegida por Ala para ser la actriz de uno de sus milagros, es una de las mejores mujeres del paraíso y la única mujer que se nombra claramente en el noble Corán, su nombre ha sido mencionado treinta y cuatro veces en treinta y tres versículos diferentes; once de ellas sin indicar a su hijo. A Maryam se le ve como “Siddiqa”, lo que significa voracísima, el más alto de los ejemplos de santidad, ella alcanzó un nivel de piedad y honor que ninguna mujer ha alcanzado.
Asimismo, en el cristianismo, María es la madre de Dios, se reza en su nombre y se le considera como mediadora de la encarnación. Se ve a la virgen María como la persona más santa, compasiva y humana por aceptar la voluntad de Dios, la primera discípula de Jesús, la madre de todos los cristianos y es la que está atenta a la voz del maestro. Según el evangelio de Lucas (Lc, 1,28) es una mujer llena de gracia por Dios ya que pudo dar el asentimiento libre de su fe cuando la anunciaron su vocación, y había sido concebida sin pecado original. Mientras según el Apocalipsis de Juan, el más reciente de los testamentos María es la primera discípula, es la madre de la Iglesia, y la madre de todos los discípulos de Cristo. No solamente se la representa tanto como la iglesia, sino va más allá a considerarla como la iglesia en su comienzo ya que iluminó el camino de los seguidores de su hijo y la que nunca cayó en las manos del mal. Se la considera como “mujer celeste” (Ap 12, 1-6).
Esta indiferencia que hay entre los dos bandos respeto a la virgen María empujó a los moriscos a usar su figura para acercar las dos religiones, poner fin a cualquier desacuerdo o conflicto religioso y así evitar la expulsión. Falcones (2009):
Tanto es así, que hasta en la Virgen María convenimos: cristianos y musulmanes creemos en ella en forma similar. Pero es como si el hecho de coincidir en una mujer, aunque sea la madre de Jesús, careciera de importancia... […] ¿Por qué no iniciar ese camino de unión que permitiera la convivencia entre las dos religiones a través de la única persona en la que todos parecían estar de acuerdo? (p 674).

De aquellos moriscos se encuentra de nuevo a Hernando Ruiz quien ha encontrado en la biblioteca del oidor de Granada un ejemplar del evangelio de Bernabé que se libró de la quema de la biblioteca califal de Córdoba por el chambelán Almanzor. Un texto que le servirá dar un nuevo sentido a su propia vida y a la de sus hermanos de fe.
El evangelio de Bernabé uno de los evangelios no canónicos que describe la vida de Jesús, se supuso que fue escrito por uno de los discípulos de los apóstoles que se llama Bernabé, según los religiosos era el amigo de Pedro Simón o Cefas en hebreo el apóstol que le acompañó en sus viajes a Palestina, a Milano y otros lugares en donde hizo llegar el mensaje de Jesús. (Hassain, 2007). En el relato Hernando se ocupa de transcribir el texto al árabe para que al ser descubierto, las autoridades pensasen que sería dado a conocer por un rey árabe, en el cual se dice que el Ángel Gabriel dice a María que parirá a un ser que indicara el camino al verdadero profeta. Este evangelio y al contrario de los posteriores que Jesucristo no es el Dios o su hijo, ni siquiera el Mesías, no es más que un enviado de Dios quien anunciaba la llegada del profeta Muhammad. En suma, éste transmite con claridad un mensaje coránico y lo consideran como una biblia islamizada.
Hernando piensa por una parte que este evangelio va a ser el puente de unión entre las dos comunidades, estas páginas podrían salvar la comunidad morisca ofreciéndola la libertad religiosa, y por la otra no podría negar el miedo que tenía si va a ser condenado a la hoguera si los inquisidores descubrieron estas copias. Hernando esconde a las copias del evangelio en el alminar de la mezquita-catedral de Córdoba nunca sale a la luz. Durante el proceso de la expulsión Hernando lo envió al Sultán de Constantinopla.
Notamos que hay una conexión entre “los libros plúmbeos” y “el evangelio de Bernabé” los dos existen en la realidad, los dos acusaron una gran polémica al ser descubiertos, los dos se adivina que están hechos por moriscos con un sólo fin que es permanecer vivir en una España tolerante, en plena paz y tranquilidad con un respeto reciproco. Falcones dibuja esta realidad vivida a través del personaje Hernando quien además de participar en la falsificación de los libros plúmbeos y transcribió el evangelio de Bernabé, realiza estudios sobre los mártires de las alpujarras, razón por la cual sus hermanos de fe le consideran como traidor.

5. Las manifestaciones religiosas en la MDF

Respetar e imitar la vida religiosa real de los moriscos y su condición social es uno de los objetivos del autor, estos elementos son de gran relevancia al hablar de la vida diaria del otro en España a finales del siglo XVI y principios el XVII. De primero, podemos afirmar que la primera causa del problema y el conflicto morisco era sin duda la religión, y eso ha sido tan presente en el relato, aclarando como los descendientes de los andalusíes eran apegados y enganchados en su culto rezando, ayunando, ensenando el Corán y las normas de recitarlo En las líneas siguientes intentamos descubrir las manifestaciones religioso-culturales de los personajes en la novela que nos concierne.

No tal lejos de la realidad, los moriscos Falconescos dibujaron un ambiento lleno de espiritualidad puesto que nunca dejaron de creer en Ala y el profeta Mohammed (SAWE), eran tan apegados a su doctrina a pesar de la represión ejercida por el tribunal del Santo Oficio; aquéllos nacieron musulmanes y murieron musulmanes salvo Hernando quien se hizo verdaderamente cristiano al final del relato. En seguida abordar los rituales islámicos ejercidos por los moriscos de la MDF:
La oración: es verdadero que el rezo colectivo en la mezquita dejó de existir, pero el rezo individual seguía presente clandestinamente ya sea en las casas, en las cuevas, los bosques, etc. En la novela los rincones de las casas moriscas se convirtieron en oratorios. Pero también no perdieron la ocasión de rezar en colectivo o con un alfaquí cuando fuese posible, Falcones (2009) dice: “Hernando pasó la noche en casa de Muñir, donde tuvo oportunidad de rezar con un alfaquí, algo que no hada en mucho tiempo” (p. 779). Para esta comunidad la oración era el único acto religioso que pudiese practicar con cierta tranquilidad, sobre todo la del alba y de la noche el echaa, cuando sea libre de la vigilancia de los cristianos.

La mañana siguiente Hernando se levantó al alba. Hizo sus abluciones y atendió a la llamada de Hamid a la primera oración del día. Se inclinó dos veces y recitó el primer capítulo del Corán y la oración del conut antes de sentarse en tierra apoyando el costado derecho para continuar con la bendición y terminar entonando la paz (p.76).
- El ayuno: es uno de los fundamentos del islam, consiste en la abstención de comer y beber durante el día. se cumple principalmente en el mes de Ramadán, asimismo se puede ayunar voluntariamente en los días festivos religiosos como el día que antecede a la pascua del cordero (gran fiesta), el día de los profetas la achora, el lunes y el jueves siguiendo la sunna, entre otros. En el relato encontramos el caso del alfaquí Hamid quien ayunaba el lunes y el jueves.

- Enseñar el Corán: es una de las manifestaciones religiosas donde los moriscos se reunían en sus casas o en las aljamas con sus niños para aprenderles la ley islámica y la manera correcta de recitar el Corán respetando las reglas de la lectura, y mostrar que la enseñanza de la lengua árabe es relevante y de gran importancia porque es el único camino para recuperar lo perdido. El autor aborda este punto, lo vemos cuando Hamid pide a los niños a recitar la primera sura del libro sagrado y cómo insiste a hacerlo correctamente:

Estos niños necesitan aprender el Corán. Hay que recuperar muchos años perdidos. Se volvió hacia el grupo de críos, que ya daban muestras de impaciencia, y les preguntó en voz alta: — ¿Quiénes de vosotros conocéis la primera sura, al-Fatiha? —preguntó, mientras recorría, cojeando, los pasos que lo separaban de ellos. Bastantes de ellos alzaron la mano. Hamid señaló a uno de los mayores y le indicó que la recitase. El chico se puso en pie.—Bismillah ar-Rahman ar-Rahim, «En el nombre de Dios el Clemente, el Misericordioso…». —No, no —le interrumpió Hamid—. Despacio, con…El muchacho volvió a empezar, nervioso.—Bismillah… —No, no, no —volvió a interrumpirle pacientemente el alfaquí—. Escuchad. Ibn Hamid, Recítanos la primera sura. Susurró la palabra «recítanos». Hernando obedeció e inició el rezo al tiempo que se mecía con suavidad: —Bismillah… El muchacho finalizó la sura y Hamid dejó transcurrir unos instantes con ambas manos abiertas y los dedos doblados; las giraba rítmica y pausadamente a ambos lados de su cabeza, junto a las orejas, como si aquella oración fuese música. Ninguno de los niños fue capaz de desviar la mirada de aquellas manos enjutas que acariciaban el aire. (p. 81).
La vida religiosa morisca falconesca no se limita solamente en aquellos actos, también había momentos privilegiados de la práctica religiosa coinciden con los grandes acontecimientos familiares tales como: el matrimonio, el nacimiento y la muerte.
En lo que se refiere al matrimonio hablaremos del Idaq , es uno de los requisitos del matrimonio musulmán, se incluye dentro de sus condiciones, así que es obligatorio para que este último tenga validez. Es algo que está marcado en el Corán en el cuarto capítulo de surat al Nísa/ sura de la mujeres, en el nombre de Allah el Misericordioso, el Compasivo 4:24
وَالْمُحْصَنَاتُ مِنَ النِّسَاء إِلاَّ مَا مَلَكَتْ أَيْمَانُكُمْ كِتَابَ اللّهِ عَلَيْكُمْ وَأُحِلَّ لَكُم مَّا وَرَاء ذَلِكُمْ أَن تَبْتَغُواْ بِأَمْوَالِكُم مُّحْصِنِينَ غَيْرَ مُسَافِحِينَ فَمَا اسْتَمْتَعْتُم بِهِ مِنْهُنَّ فَآتُوهُنَّ أُجُورَهُنَّ فَرِيضَةً وَلاَ جُنَاحَ عَلَيْكُمْ فِيمَا تَرَاضَيْتُم بِهِ مِن بَعْدِ الْفَرِيضَةِ إِنَّ اللّهَ كَانَ عَلِيمًا حَكِيمًا ﴿٢٤﴾ »
Transcripción del versículo: Wa Al-Muĥşanātu Mina An-Nisā' 'Illā MāMalakat 'Aymānukum Kitāba Allāhi `Alaykum Wa 'Uĥilla Lakum Mā Warā'a Dhālikum 'An Tabtaghū Bi'amwālikum Muĥşinīna Ghayra Musāfiĥīna Famā Astamta`tum Bihi Minhunna Fa'ātūhunna 'Ujūrahunna Farīđatan Wa LāJunāĥa `Alaykum Fīmā Tarāđaytum Bihi Min Ba`di Al-Farīđati 'Inna Allāha Kāna `Alīmāan Ĥakīmāan.
En la alea queda tan claro que según la ley de Allah es lícito que busquen casarse pagando la dote correspondiente, pero con la intención de matrimonio y no de fornicar, es una obligación dar a la mujer la dote convenida una vez consumado el matrimonio. En general, Idaq es un derecho de la mujer, el futuro marido puede considerarlo como regalo a la persona con la que va a compartir el resto de su vida, puede ser una suma de dinero o equivalentes en joyas y bienes. El Islam y la sharia no ha fijado el importe máximo o mínimo para la dote, ya que será depende de la capacidad que tenga el hombre, depende de lo que acuerden los dos futuros cónyuges o en función de las costumbres y tradiciones de la comunidad o del pueblo al que pertenece la mujer. Su valor queda la misma ya sea inferior a un dinar, con esto, un hombre rico puede dar a su esposa un qintâr de oro como dote y en caso de divorcio no tiene que pedir la dote pagada. Alá, exaltado sea, dice en la misma sura en el versículo 20: “
وَإِنْ أَرَدْتُمُ اسْتِبْدَالَ زَوْجٍ مَكَانَ زَوْجٍ وَآتَيْتُمْ إِحْدَاهُنَّ قِنْطَارًا فَلَا تَأْخُذُوا مِنْهُ شَيْئًا ۚ أَتَأْخُذُونَهُ بُهْتَانًا وَإِثْمًا مُبِينًا »

Transcripción del versículo: Wa 'In 'Aradtumu Astibdāla Zawjin Makāna Zawjin Wa 'Ātaytum 'Iĥdāhunna Qinţārāan Falā Ta'khudhū Minhu Shay'āan 'Ata 'khudhūnahu Buhtānāan Wa 'Ithmāan Mubīnāan.
El profeta Mohamed (SAWS) celebraba sus uniones según los medios que tenía, es permisible dar a la esposa un anillo de hierro como dote, el Profeta (SAWS) dijo a su suegro Ali: "Busca incluso un anillo de hierro para dárselo". En la sunna, el hecho de que una mujer pide una dote extremadamente baja, y facilita el matrimonio, tendrá bendiciones como recompensa, en otras versiones se dice que el matrimonio que tiene más bendiciones es el que tiene menos cargas como atesta nuestro profeta.
En la novela el tema del idaq está presente en las condiciones de contraer matrimonios y como eran pobres los moriscos de la mano de Fátima no podrían pagar dinero a sus futuras esposas como dote, ofrecían algo simbólico que representa el compromiso, por ejemplo:
- El matrimonio de Brahim con Aisha: dos mulas.
- El matrimonio de Fátima con Brahim: unas joyas.
- El matrimonio de Hernando con Fátima: una sortija de hierro forjada del resto de metal:

[…]Planteó un serio problema a Hernando: no tenía dinero para el zidaque y sin dote no podía celebrarse el enlace. La mayor parte de su salario había ido a parar a manos del alcaide de la cárcel y el exiguo resto debía cubrirles los gastos. ¡No disponía del cuarto de dobla que exigía la ley! ¿Cómo podía no haber pensado en ello?
—Vale con una sortija —trató de tranquilizarle Hamid ante el problema.
—Tampoco tengo para eso —se quejó él, pensando en los caros talleres de platería de Córdoba.
—De hierro. Con que sea de hierro, basta. (p. 389).

En cuanto al nacimiento, es de costumbre en la comunidad musulmana que al recién nacido se le haga una llamada de orar en el oído derecho y darle su nombre en su oído izquierdo después del nacimiento. Este acto sunnista llega con el contexto de consolidar el instinto natural del recién nacido y difundir la religión islámica en el alma de éste y en su corazón.
En la novela que nos concierne tenemos al alfaquí Hamid que hizo este rito religioso cuando nacieron los hijos de Hernando.
Por lo relacionado con la muerte, los moriscos de la novela como no pudieron enterrar a los muertos como pide la ley musulmana: sin lavar al cadáver, sin oración y sin lienzo, solamente se puede hacerlo a escondidas cavando hoyos en tierras lejanas; por ejemplo cuando Aisha murió su hijo Hernando llevó su cuerpo y se dirigió al campo de la Merced, le acompañaron: una anciana para lavar el cuerpo como dice la Sharia y parte del ritual religioso especial antes de ser enterrada, y dos jóvenes fuertes que le ayudaron. El protagonista recitó el Corán y rezó delante del moribundo de su madre. Los detalles del funeral los encontramos en el capítulo 57.
Otro ritual religioso musulmán es la Idda, esta consiste en el periodo de espera de la mujer tras el divorcio o la viuda tras la muerte del esposo para volver a casarse. Para la viuda, las disposiciones legislativas en el islam tienen sus dimensiones y esta idda tiene sus objetivos e implicaciones, nosotros no vamos a dar los detalles, pero es relevante decir que el periodo de espera para una mujer incluye el significado de servidumbre y sumisión al mandato de Allah, asimismo tiene el sentido de lealtad al esposo fallecido.
El periodo de cumplimiento para la viuda es más largo que el periodo de espera para una mujer divorciada, se consta de cuatro meses y diez días y Allah lo ha mencionado en el Sagrado Corán. En la novela tenemos el ejemplo de Fátima, la joven viuda que para contraer matrimonio con Hernando tenía primero que cumplir su periodo de espera, y el alfaquí Hamid era quien se encargó de contarla los meses:
Tú —indicó dirigiéndose a Fátima— eres una mujer libre. Tras la muerte de tu marido has cumplido con los preceptos de nuestra ley y has guardado los cuatro meses y diez días de idda o alheda. Los calculé —añadió antes de que cualquiera de ellos empezase a echar cuentas—. Ciertamente, has incumplido la obligación de permanecer en casa de tu marido durante la idda, pero la situación no lo permitía con el ejército del marqués en Terque. (p. 207).

En cuanto a la mujer divorciada su periodo de espera es depende del caso, por ejemplo. una mujer que todavía tiene su periodo, su idda termina con tres purificaciones de los tres ciclos menstruales, en la ficción tenemos a Fátima que se divorció de Brahim, esperaba que terminase este periodo para volverse casar con su amor de vida Hernando: “Hernando y ella no podrían verse durante los dos meses de idda concedidos a Brahim” (p. 361).

Entonces y a partir de eso podemos deducir que los moriscos de la novela que nos concierne eran buenos musulmanes no tardan en ejercer y practicar los ritos religiosos, ya que, a pesar del peligro que les rodee y la opresión cristiana, ayunaban, rezaban, celebraron sus momentos privilegiados según la doctrina musulmana, procurando seguir los preceptos del Islam a lo largo de su vida. Sin embargo, eso no niega que ellos mismos no llevaron una vida religiosa cristiana, sino seguían también ritmos vitales de origen cristiano por obligación (para evitar el castigo o la expulsión).

6- Conclusiones

Los moriscos ficticios del imaginario Falconesco no se diferencian tanto a los reales, aquella masa social intentó recuperar su libertad y su dignidad por cualquier método que sea por fuerza o pacíficamente. La rebelión de Hernando Ruiz y sus compañeros fracasó y terminó por ser deportados a Córdoba, lugar donde iniciaron una vida llena de aventuras.

Hernando Ruiz, un morisco que sueña un mundo más tolerante y menos maniqueo, revivir en convivencia y armonía con los cristianos viejos. Para alcanzarlo el protagonista y un grupo de intelectuales que son personajes reales, existieron en la realidad, falsificaron los libros plúmbeos y el pergamino de Turpiana en un intento de sincretismo entre el cristianismo y el islam y para encontrar lazos que podrían cambiar las malas actitudes de los españoles contra los moriscos.
Otro intento desesperado como hemos visto que tiene mismos objetivos del anterior es la transcripción del evangelio de Bernabé y el uso de la figura de la virgen María como punto de unión entre ambos dogmas. Ambas la respetan, la ejemplifican y la honoran en los libros sagrados, en la novela ha sido fuente de esperanza para Hernando.
Cabe mencionar que los moriscos falconescos son falsos cristianos ya que aplican la Taqqiya que consiste en el disimulo. Ellos, rezan a la mohamatina, ayunan, hasta les era posible celebrar la religiosidad del viernes consagrando este día al servicio divino por medio de la oración, la plegaria y la limosna. Hemos descubierto que las actividades religiosas no paran aquí, sino también hay otros rituales como las fiestas religiosas programadas en el calendario lunar que el morisco como sus hermanos de fe aprovecha de éstas para acercarse a Allah. Para concluir, los que acabaos de presentar no es más que una muestra de la dualidad falconesca hacia los moriscos, donde el autor entremezcla la historia real y la ficción para crear un mundo semejante a lo existido en España a finales del siglo XVI y principios del XVII con el fin de crear miradas de tolerancia y de paz.

NOTAS

1 Farax Abén Farax, en árabe فرج بن فرج, era un líder morisco, y uno de los jefes del levantamiento de las Alpujarras. Fue conocido por su valentía y su crueldad en las batallas. Fue nombrado alguacil mayor del Reino de Granada, tras un día de su nombramiento atacó Lanjarón quemando la iglesia sus habitantes. Murió como vamos a ver enseguida en un enfrentamiento con tropas de don Juan de Austria tras un enfrentamiento con Iñigo López de Mendoza.
2 Hernando de Zaguer de Válor y Córdoba, o Abén Jouhar (su nombre musulmán), se ignora su fecha de nacimiento, era un hombre pertenece a un linaje noble del califa omeya, se asentó en la localidad de Valor en la Alpujarra. Se desempeño en la oficina del alguacil en Càdiar un cargo importante en la comunidad morisca, que le permitió colaborar con Farax Abén Farax y otros de Albaicín. Formaba parte de los que planificaron la rebelión, y ayudó a su sobrino el rey morisco Abén Humeyya y éste le nombró capitán general del nuevo estado morisco. Jugó un papel importante en la guerra de la Alpujarra logró a construir un ejército, con el cual combatió contra Luis Fajardo.
3 Por lo mencionado en capítulos anteriores, Hernando dedicó siete años estudiando e interpretando los documentos encontrados en la biblioteca del palacio de que datan de la época del caudillo Almanzor.
4 Idaq, Zidaque o el Mahr, se le da a conocer también como la dote.
5 Traducción al castellano: Y las mujeres casadas, a menos que sean esclavas vuestras. ¡Mandato de Alá! Os están permitidas todas las otras mujeres, con tal que las busquéis con vuestra hacienda, con intención de casaros, no por fornicar. Retribuid, como cosa debida, a aquéllas de quienes habéis gozado como esposas. No hay inconveniente en que decidáis algo de común acuerdo después de cumplir con lo debido. Alá es omnisciente, sabio (p. 24).
6 Traducción al castellano: Y si te decides a divorciarte de tu esposa, a la que has dado una fortuna como dote, para casarte con otra [mujer], no le pidas que te devuelva nada de su dote. ¿Acaso pensabas hacerlo calumniándola, cometiendo un claro delito?

BIBLIOGRAFÍA

Cardiallac, L. (1979). Moriscos y cristianos un enfrentamiento polémico (1492-1640). México: ed, Silex ediciones.
Caro Baroja, J. (1957). Los moriscos del reino de granada. Madrid: Alianza.
Domínguez Ortiz, A y Vincent, B. (1978). Historia de los moriscos. Vida y tragedia de una minoría. Madrid: revista de Occidente.
Epalza, M. (1992). Los moriscos antes y después de la expulsión. Madrid: ed.2 Ilustrada, UM.
Falcones, I. (2009). La Mano de Fátima. Barcelona. Random HouseGrupo: Editorial, S.A.U.
Janer, F. (1857). Condición social de los moriscos de España, causa de su expulsión, y consecuencias que se produjo en el orden económico y político. Madrid: real academia de la historia.
Lea, H. (2007). Los Moriscos Españoles: su conversión y expulsión. Alicante: Universidad de Alicante.
Mendoza Hurtado, Diego. (1842). Guerra de Granada hecha por el rey Felipe II. Barcelona.
Molinar Prada, A. (2009). La expulsión de los moriscos. Barcelona: ed Nabla.
Morales, Álvarez Camilo, (2003-2004). Los libros plúmbeos, las historias eclesiásticas y la Abadía del sacromonte de Granada a la luz de estudios recientes. Crónica Nova, nº 3, p; 730.
Pons, Bernabé, L. (2009). Los Moriscos conflicto, expulsión y diáspora. Madrid: Ed. Catarata.
Regla Campistol, J. (1971). “la cuestión morisca y la coyuntura internacional en tiempos de Felipe II”. Estudios sobre los moriscos, Valencia. Universidad de Valencia. pp: 137-157.
Trillo, S, J. (1994). La Alpujarra antes y después de la conquista castellana. Granada: Universidad.
Vincent, B. (2006). El Río morisco. Granada. Universidad de Granada.
Recibido el 10 de mayo de 2022. Aceptado el 11 de mayo de 2022.






Nota bene:
Si necesita algún tipo de información referente al artículo póngase en contacto con el email suministrado por el autor del artículo al principio del mismo.
REVISTA EUROPEA DE HISTORIA DE LAS IDEAS POLÍTICAS Y DE LAS INSTITUCIONES PÚBLICAS es una revista académica, editada y mantenida por Revistasdederecho.com. La revista dejó de depender de la Universidad de Málaga en noviembre de 2013 y de www.eumed.com en noviembre de 2020, fecha en la que se conformó www.revistasdederecho.com. Para cualquier comunicación, envíe un mensaje a mjpelaez@uma.es, seghiri@uma.es o info@revistasdederecho.com.