Revista europea de historia de las ideas políticas y de las instituciones públicas
ISSN versión electrónica: 2174-0135
ISSN versión impresa: 2386-6926
Depósito Legal: MA 2135-2014
Presidente del C.R.: Antonio Ortega Carrillo de Albornoz
Director: Manuel J. Peláez
Editor: Juan Carlos Martínez Coll
Ignacio Peiró Martín y Guillermo Vicente y Guerrero, eds., Estudios históricos sobre la Universidad de Zaragoza, Institución Fernando el Católico, Zaragoza, 2010, 430 págs.
María del Carmen Amaya Galván
ABSTRACT: Se comentan en la presente recensi�n las actas de un Congreso sobre Historia de la Universidad de Zaragoza, coordinado por Ignacio Peir� Mart�n y Guillermo Vicente y Guerrero. La mayor atenci�n se presta a las Facultades de Filosof�a y Letras y de Derecho. A Juan Francisco Baltar cabe hacerle algunas observaciones sobre el manejo de fuentes que lleva a cabo, cosa habitual dentro de su heterodoxia investigadora, aunque ofrece una abundante informaci�n sobre los estudios de Leyes y C�nones en el siglo XVIII y es quiz�s el autor de la ponencia m�s interesante. En las actas se combinan tem�ticas generales con estudios de microhistoria, que no tienen por qu� coincidir con que se trate de ponencias o comunicaciones. Guillermo Vicente ha anunciado la celebraci�n de un Segundo Congreso sobre la misma tem�tica.
PALABRAS CLAVE: Universidad de Zaragoza, Filosof�a y Letras, Derecho, Diego Fraylla, Eduardo Ibarra, Juan Francisco Baltar, Guillermo Vicente y Guerrero, Archivo Hist�rico Nacional.
Se recogen en este volumen las actas de un Congreso, denominado primer Encuentro sobre Historia de la Universidad de Zaragoza, que tuvo lugar en La Almunia de Do�a Godina, y detr�s del cual est�n dos especialistas reconocidos en historia de la Universidad y, sobre todo, del profesorado universitario, tanto de la Facultad de Letras como de la de Derecho. Adem�s la historiograf�a espa�ola y los historiadores es materia en la que Peir� Mart�n es un experto se�alad�simo, quien en coautor�a ha escrito una obra esencial de referencia, el Diccionario Akal de historiadores espa�oles contempor�neos, un aut�ntico capolavoro. Realmente que Ignacio Peir� Mart�n pertenezca al mismo cuerpo de profesores titulares de Universidad que alguna historiadora docente en sede no de Letras, que lo ha sido de esa ilustrada Universidad de Zaragoza, de cuyo nombre prefiero no acordarme, resulta incomprensible desde el punto de vista de la cr�tica cient�fica.
Guillermo Vicente y Guerrero es doctor en Derecho y en Filosof�a y Letras y es autor de miles de p�ginas impresas, de reconocida calidad, que lamentablemente no le han permitido salir de su condici�n de iushistoriador e iusfil�sofo free lance, mientras hay toda clase de chichos, chichas y copiones (hay varios barones y baronesas de Franckenau por ah� sueltos, entre ellos el actualmente supermedi�tico exministro de Defensa Nacional del gobierno de Angela Merkel, Karl Theodor zu Guttenberg, que ha dado lugar a un aut�ntico despliegue informativo en relaci�n con su tesis doctoral defendida en la Universidad de Bayreuth, y ya se le conoce como �el Bar�n de corta y pega�, y se han recogido m�s de 80 fragmentos sin comillas con citas a la ligera en su memoria, pero citando al autor que se�orean su estatus acad�mico funcionarial con trabajos cuya calidad es a veces de esc�ndalo universal. Comentaba un conocido catedr�tico, que hab�a formado parte de un tribunal de tesis doctoral sobre un tema inquisitorial, un fraile, que era la peor memoria doctoral que conoc�a y la peor que hab�a tenido ocasi�n de juzgar, espantosamente mala, pero incomprensiblemente le dieron la m�xima nota por razones claramente ajenas al mundo acad�mico, porque era buena chica y simp�tica, cosa que todos daban por segura. Ya disponemos ahora en M�laga del texto mecanografiado de dicha memoria doctoral. Mientras tanto, otros con publicaciones en Alemania, EE.UU., Francia, Italia y Hungr�a, y con art�culos en varios idiomas, y formados en centros de elite internacionales, siguen siendo profesores contratados.
Nos hallamos frente a la publicaci�n n�mero 2.946 de la Instituci�n �Fernando el Cat�lico�, de la Excelent�sima Diputaci�n provincial de Zaragoza. Vemos las actas de un Encuentro sobre Historia de la Universidad de Zaragoza, celebrado desde el d�a 15 al 17 de abril de 2008. Se incluye en la presente edici�n un pr�logo de los coordinadores (pp. 5-7), ocho ponencias (pp. 11-230), un ap�ndice fotogr�fico (pp. 233-240) y quince comunicaciones (pp. 243-427).
Magn�fica factura e instrumento de trabajo util�simo es la colaboraci�n del ya citado Guillermo Vicente y Guerrero, que lleva por t�tulo �Bases documentales manuscritas para el an�lisis hist�rico de la Universidad de Zaragoza� (pp. 11-46). Vicente marca la hoja de ruta de cualquier investigador de la historia de la Universidad zaragozana.
Juan Francisco Baltar Rodr�guez, habilitado para concursar a plazas de catedr�tico de Historia del derecho y de las instituciones en 2005, sin contar en aquel momento con ning�n sexenio de investigaci�n, mientras otros candidatos con dos y tres sexenios eran suspendidos inmiseric�rdemente, sigue siendo profesor titular de Historia del derecho de la Universidad de Zaragoza en marzo de 2011. A este libro aporta su trabajo �Las facultades de leyes y c�nones de la Universidad de Zaragoza en los siglos XVII y XVIII�, pp. 79-130, aunque en �ndice de p. 429 dice siglos XVI y XVII. No perdamos de vista que, seg�n Concepci�n G�mez Ro�n, la segunda mitad del siglo XVII fue claramente tenebrosa, �se cre�a en los hor�scopos, en la influencia de los planetas y, a diferencia de otros pa�ses, en Espa�a se toleraba la existencia de brujas hechiceras� y se enriquec�a Fernando Valenzuela �mediante la pr�ctica de artes diab�licas� . Gracias a Dios todo lo resolvi� con la Restauraci�n Antonio C�novas del Castillo, autor por cierto de un conocido Bosquejo hist�rico de la Casa de Austria en Espa�a.
Baltar ofrece un art�culo de 51 pp., con 130 notas a pie de p�gina. En las pp. 82-83, nota 11, de su colaboraci�n, Baltar da a conocer cu�les son las fuentes utilizadas o que dice haber utilizado, para su elaboraci�n, haciendo la categ�rica afirmaci�n siguiente: �Para este trabajo he consultado fondos del Archivo de la Corona de Arag�n (ACA), Consejo de Arag�n, legajos 33, 34, 78, 79, 665, y Registros, n.� 544. Del Archivo Hist�rico Nacional, C�dices, libros 232, 1188; Consejos, libros 2006, 2045, y legajos 6811 n.� 130, 6814-6816, 6821, 6822, 6826, 6833, 6836, 6844-6847, 6849, 6850, 6855, 6857, 6858, 6862-6870, 6872-6878, 13359 n.� 71, 13361 n.� 63, 13362 n.� 125, 13366 n.� 123, n.� 161, 13373 n.� 90, 13375 n.� 78, 13379 n.� 79, 17791, 50890-50896, 50899, 52559-1 y 2, 52560-52564. Biblioteca Nacional de Madrid (BNM), Ms. 632, 939, 7377, 12016�.
Resulta muy sorprendente, en primer lugar, que no se incluya en esa relaci�n de los archivos consultados ninguna referencia a los fondos documentales del Archivo hist�rico de la Universidad de Zaragoza. Estamos, pues, ante un trabajo sobre �Las facultades de leyes y de c�nones de la Universidad de Zaragoza en los siglos XVII y XVIII� elaborado sin ninguna consulta de la documentaci�n hist�rica contenida en el archivo de la propia Universidad que constituye el objeto del estudio.
En segundo lugar, y por lo que se refiere a la utilizaci�n de los fondos documentales contenidos en los archivos mencionados en las p�ginas 82-83, nota 11, una vez hechas al respecto las comprobaciones oportunas, el resultado obtenido (salvo error u omisi�n) es que Baltar no ha consultado lo que dice haber visto porque no menciona ni una sola vez en notas a pie de p�gina a continuaci�n de la indicada nota 11 diversos fondos documentales que precisa all� como �fondos consultados�. �Para qu� pretende enga�ar al lector? Lo desconocemos. Veamos: 1.�) Archivo de la Corona de Arag�n, Consejo de Arag�n, registro 544, no es citado en ninguna de las otras 129 notas a pie de p�gina de su art�culo, aparte de aquella en la que dice haberlo consultado. �D�nde lo cita Vd., Baltar? �D�nde lo ha manejado? �Por qu� manipula la buena voluntad de las lectoras y lectores de su art�culo? 2.�) Archivo de la Corona de Arag�n, C�dices, libro 232, no es citado en ninguna de las otras 129 notas a pie de p�gina de su art�culo. 3.�) Archivo Hist�rico Nacional, Consejos, legajos 6811, 6814, 6815, 6816, 6821, 6822, 6826, 6833, 6835, 6836, 6844, 6845, 6846, 6847, 6849, 6850, 6855, 6857, 6858, 6862, 6863, 6864, 6865, 6866, 6867, 6868, 6869, 6870, 6872, 6873, 6874, 6875, 6876, 6877 y 6878 no citados en ninguna de las restantes 129 notas a pie de p�gina de su art�culo. 4.�) Archivo Hist�rico Nacional, Consejos, legajos 13359, 13361, 13362, 13366 n.� 123, 13366 n.� 161, 13379 y 17791 no citados en ninguna de las restantes 129 notas a pie de p�gina de su art�culo. 5.�) Archivo Hist�rico Nacional, Consejos, legajos 50890, 50891, 50892, 50894, 50895, 50896 y 50899 no citados en ninguna de las restantes 129 notas a pie de p�gina de su art�culo. 6.�) Archivo Hist�rico Nacional, Consejos, legajos 52559-2, 52561, 52562, 52563 y 52564 no citados en ninguna de las restantes 129 notas a pie de p�gina de su art�culo. 7.�) Biblioteca Nacional, Manuscritos 632, 939, 7377 y 12016 no citados en ninguna de las restantes 129 notas a pie de p�gina de su art�culo.
Por otro lado, la ponencia de Juan Francisco Baltar carece de un aparato bibliogr�fico amplio y adecuado para un estudio que abarca nada m�s y nada menos que dos siglos. Hay bibliograf�a que menciona y que no cita, bibliograf�a que ni menciona ni cita, y que al parecer ni siquiera conoce, y alguna referencia bibliogr�fica equivocada. Se descubren tambi�n algunos errores en torno a personajes hist�ricos, que confunde, que ya los confund�a en otros estudios suyos anteriores, pero esa tarea ser� minuciosamente estudiada en un art�culo que se publicar� pr�ximamente en otra revista.
Lo que s� queda claro es que el Arag�n y la Navarra del tr�nsito del siglo XVIII al XIX ya no eran lo que fueron. Se hab�an poblado de truhanes y era un mundo en el que faltaban los caballeros y sobraban los escuderos. Sin embargo, hubo quienes mantuvieron el nivel como Crist�bal de Escudero, el mercader de telas de que nos habla Alfred de Serviez , dentro de un panorama calificado como demon�aco. Tambi�n en la vecina Navarra Juan de Escoiquiz tuvo problemas con sus colaterales y f�mulos y por su servilismo ante el franc�s, y esa falta de moral p�blica y social, de no respetar los acuerdos, ni los pactos, est� en el origen de que Blas de Ostolaza se viera obligado a publicar un manifiesto moral . Por contra, un personaje pr�cticamente desconocido, Francisco de Paula Escudero, era diputado en las Cortes de C�diz por Navarra y ese s� respetaba los pactos de caballeros. El ingl�s Murray, sin embargo, sit�a el panorama con elegancia .
Francisco Zaragoza Ayarza escribe una ponencia sobre la vida y obra de Diego Fraylla, un presb�tero del siglo XVI (pp. 47-78). Este tipo de trabajo es para una comunicaci�n, no para una ponencia pues desacredita la relevancia del encuentro, ya que nos acerca a la microhistoria y al localismo, tan mal vistos en nuestros d�as. El catedr�tico de Historia contempor�nea de la Universidad de Zaragoza, Carlos Forcadell �lvarez, aporta un trabajo reducido sobre �La Universidad liberal: Jer�nimo Borao y la Universidad de Zaragoza� (pp. 131-140), en el que el personaje central Borao (1821-1878) fue Rector de dicha Universidad. Ignacio Peir� dedica su ponencia a un estudioso realmente relevante, Eduardo Ibarra Rodr�guez (1866-1944), doctor en Derecho y en Filosof�a y Letras, y catedr�tico de la Universidad de Zaragoza y de la Universidad Central.
Antonio Peir� Arroyo, escritor de variad�sima tem�tica aragonesa, estudia la Universidad de Zaragoza en los a�os 20 del pasado siglo. Interesante lo que dice sobre los or�genes de los cursos de verano de Jaca, implantados a partir de 1926. La ponencia de Miguel �ngel Ruiz Carnicer sobre �La Universidad en la Espa�a de Franco. Reflexiones generales y algunos apuntes sobre el caso de Zaragoza� es una s�ntesis ideol�gica y pol�tica, llena de t�picos, de poco fuste cient�fico, que se olvida de consultar fondos de archivos y en particular el de la Universidad de Zaragoza, m�s propia de una conferencia que se lee, que de un art�culo que se escribe. La intelectualidad de izquierdas sale desprestigiada con trabajos como �ste, donde no se dan datos, todo es difuso, y donde lo �nico medianamente serio que estudia es lo escrito por Luis del Valle Pascual (1876-1950), pero lo lleva a cabo sin profundidad, con vulgaridades, sin entrar a fondo en el substrato nazi que hay en del Valle, como hombre formado en los fundamentos de Gustav Schmoller y en el Verein f�r Socialpolitik, y su enlace primitivo con el krausismo espa�ol. Me parecen incluso m�s documentadas y sugerentes las comunicaciones de �ngel Alcalde Fern�ndez (pp. 339-351) y Gustavo Alar�s L�pez (pp. 373-381).
Una apolog�a de los estudios de Periodismo y Comunicaci�n, a trav�s de los nuevos estudios de Grado, es lo que recoge el periodista Rafael Bardaj� P�rez en su ponencia.
Autores de las comunicaciones son Jos� Estar�n Molinero, Ramiro Adiego Sevilla, Carlos Urzainqui Biel, Francisco Javier Ram�n Solans, Luis Gonzaga Mart�nez del Campo, Laura Bend� Sancho, �ngel Alcalde Fern�ndez, Jos� Mar�a Pem�n Mart�nez, �scar Ortego Mart�nez, Gustavo Alares L�pez, Ramiro Trull�n Flor�a, Mari Luz S�nchez Gracia, Antonio Ortega Tello, Daniel Sancet Cueto y Jos� Mar�a Isla Sub�as. Muy interesante y de impecable factura la comunicaci�n de Ramiro Adiego (pp. 267-282), pero no tiene nada que ver con la tem�tica del Congreso sobre historia de la Universidad, como la que le precede, salvo que el encuentro tuvo lugar, como ya hemos dicho, en la Almunia de Do�a Godina. Muy bien centrados los estudios de Francisco Jos� Ram�n Solans sobre �La instrumentalizaci�n de la revuelta universitaria de 1808: or�genes, l�mites y rupturas� (pp. 295-308) y de Luis G. Mart�nez del Campo sobre los or�genes de la Residencia Universitaria de Estudiantes de Zaragoza (pp. 309-319).
Lujosa edici�n acompa�ada de cuadros, gr�ficos, fotograf�as, caracter�sticas que suelen ser propias del general buenhacer de la Instituci�n Fernando el Cat�lico.
Esperamos poder recensionar las ponencias y comunicaciones del II Encuentro sobre Historia de la Universidad de Zaragoza, con mayor amplitud de lo que lo hemos hecho en relaci�n con el primero. [Recibido el 13 de febrero de 2011].
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