Revista europea de historia de las ideas políticas y de las instituciones públicas


ISSN versión electrónica: 2174-0135
ISSN versión impresa: 2386-6926
Depósito Legal: MA 2135-2014

Presidente del C.R.: Antonio Ortega Carrillo de Albornoz
Director: Manuel J. Peláez
Editor: Juan Carlos Martínez Coll


Gérard D. Guyon, Chrétienté de l'Europe. Fondations juridiques

María Cristina Toledo Báez

ABSTRACT: La presente recensi�n se centra en una obra de G�rad D. Guyon, profesor em�rito de Universidad Montesquieu de Burdeos IV (Francia), uno de los intelectuales cat�licos m�s significados dentro del panorama historiogr�fico franc�s. El autor hace entrar al lector en el proceso de formaci�n y evoluci�n de las instituciones jur�dicas y en los valores cristianos que llevan aparejados, de forma que le permita constatar la relevancia de la religi�n cat�lica en el desarrollo de Europa y de sus instituciones. El tema central de la obra que nos ocupa aborda la tendencia actual de relegar la religi�n, e incluso la vida espiritual, a la esfera privada debido a un multiculturalismo, presentado como ineluctable, cuya coexistencia ha de asegurar el Estado y que, como considera Guyon, podr�a entra�ar el riesgo de impedir cualquier manifestaci�n externa de la fe.

PALABRAS CLAVE: G�rard D. Guyon, Cristianismo, Europa, Occidente, Instituciones p�blicas.

En el prefacio de Chr�tient� de l�Europe. Fondations juridiques, titulado � La tradition au d�fi: identit� occidentale et universalisme �, J. Joblin, profesor em�rito de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, comienza puntualizando que la crisis de la civilizaci�n occidental y sus dificultades para adaptarse al actual mundo multicultural han sido objeto de estudio por parte de numerosos autores pero que, sin embargo, la obra que nos ocupa aporta la originalidad de hacer entrar al lector en el proceso de formaci�n y evoluci�n de las instituciones jur�dicas y en los valores cristianos que llevan aparejados de forma que le permita constatar la relevancia de la religi�n cat�lica en el desarrollo de Europa y de sus instituciones (p�g. 8).

La originalidad mostrada es fruto de una erudici�n sin parang�n. G�rard Guyon, profesor em�rito de Historia del Derecho, de las Instituciones y de los hechos econ�micos y sociales de la Universidad Montesquieu de Burdeos IV (Francia), es uno de los intelectuales cat�licos de m�s renombre en el campo de la Historiograf�a del pa�s galo. Gran experto en la materia, ha publicado m�s de trescientos trabajos entre libros, art�culos, comunicaciones y recensiones de la disciplina en la que ha sido y es docente, aunque fundamentalmente se ha centrado en los Derechos de la antig�edad, Derecho romano, Historia del derecho penal e Historia de las instituciones eclesi�sticas.

El tema central de la obra que nos ocupa, como hemos especificado anteriormente, aborda la tendencia actual de relegar la religi�n, e incluso la vida espiritual, a la esfera privada debido a una multiculturalismo, presentado como ineluctable, cuya coexistencia ha de asegurar el Estado y que, como considera Guyon, podr�a entra�ar el riesgo de impedir cualquier manifestaci�n externa de la fe. Dicho fen�meno obedece a dos factores: por un lado, la convicci�n de la sociedad pol�tica moderna de que los pueblos europeos han de eliminar todo lo que pueda recordar a la presencia del cristianismo en la historia de Europa, en el derecho y en las instituciones, incluida la Constituci�n Europea; por otro lado, el rechazo global de la religi�n (p. 214).

El libro consta de 12 cap�tulos, un apartado final de conclusiones, un prefacio, un pr�logo y un apartado de bibliograf�a, aparte de un �ndice alfab�tico y de un �ndice por materias. Dado que la organizaci�n de los cap�tulos es algo desigual y, a nuestro juicio, dificulta en cierta medida la comprensi�n del tema central, estimamos oportuno comentar la obra a trav�s de las tres partes principales que la conforman: una primera en la que se analizan pormenorizadamente las ra�ces cristianas antiguas y medievales, una segunda sobre el derecho situado entre el dogma y la historia y, por �ltimo, una tercera sobre la originalidad jur�dica y pol�tica del legado cristiano. La �ltima parte es, sin ambages, la de mayor inter�s para el campo de Historia de las ideas pol�ticas y de las instituciones p�blicas, tal y como demostraremos m�s adelante.

En la primera parte, basada en la historia de la religi�n cristiana en la Antig�edad y en la Edad Media, Guyon declara que los primeros siglos de la cristiandad han sido el momento clave de una aculturaci�n-enculturaci�n en la que la fe nueva y la sociedad imperial romana se vieron profundamente transformadas. En este punto, entran en juego los Padres de la Iglesia, los grandes autores cristianos, que fueron, a la vez, vectores y testigos de estos cambios (p. 45). De acuerdo con G�rad D. Guyon, sin ellos, ni el mensaje cristiano ni la tradici�n sobre la cual reposa no habr�an llegado hasta nosotros. Sin ellos, Roma y su civilizaci�n no habr�an entrado en el cristianismo impregn�ndolo de reglas que incluso en nuestros d�as siguen vigentes. Sin ellos, Europa no habr�a recibido el marco normativo e institucional del cual nuestro universo es heredero (p. 78). No obstante, el autor tambi�n reconoce la val�a y la aportaci�n de las �rdenes religiosas, entre las cuales concede un tratamiento especial a la orden de San Benito gracias a su eficaz medida jur�dica del tiempo cristiano (p�g. 82).

Si la primera parte del libro relata los inicios del cristianismo en los territorios europeos, la segunda parte est� consagrada a las mieles y las hieles de la unidad cat�lica. Fruto de una alianza entre la herencia griega, el legado romano y el evangelio, naci� una civilizaci�n magn�fica que desempe�� el papel de lugar de referencia de la transmisi�n de un modelo de valores, entre los cuales despunta el ejercicio de poder respetando la Ley de Dios (p. 156). Sin embargo, la proclamada unidad de la �Respublica christiana� se pondr� a prueba con el cisma cat�lico-protestante, el cual provocar� una divisi�n profunda de Europa en un mundo en el que la universalidad de la fe infiere en la pol�tica y postula su unidad. La aparici�n de las dos �Romas�, esto es, la Roma del Vaticano y la Ginebra de Calvino (1509-1564), tambi�n llamada �Nueva Roma�, no s�lo da lugar a una separaci�n teol�gica y eclesi�stica, fruto del enfrentamiento de la autoridad pontifical y de la cr�tica al legalismo romano, sino que tambi�n implica una transformaci�n de los aspectos cl�sicos de la teor�a de la subordinaci�n del poder pol�tico al poder religioso, de la sumisi�n de la �potestas� de los pr�ncipes a la �auctoritas� de los papas (p. 164).

La tercera parte del libro, dedicada a la originalidad jur�dica y pol�tica del legado cristiano, constituye, como ya remarcamos, el �mbito de mayor relevancia para nuestro campo de estudio pues se centra, entre otras cosas, en las aportaciones del derecho can�nico a los sistemas jur�dicos de nuestro continente. Comienza Guyon por estudiar la influencia del Derecho can�nico sobre los derechos seculares europeos y argumenta al respecto que si el Derecho can�nico, considerado como el culmen del Derecho romano, se ha convertido en la �nica fuente de derecho, �nica �fons legis�, se justifica por ende la convicci�n de que se encuentra perfectamente adaptado a la construcci�n de una nueva civilizaci�n europea que emule la perfecci�n de aquella que se construy� sobre el modelo jur�dico de Roma (p. 231). En consecuencia, el autor defiende una cristianizaci�n del Derecho en Europa que tiene su influencia en el seno del Derecho privado, el Derecho penal, el Derecho constitucional, el Derecho internacional p�blico y el Derecho electoral.

En lo que concierne al apartado de conclusiones, Guyon se centra en sintetizar el an�lisis del libro mediante el estudio de Europa y la confrontaci�n hist�rica del catolicismo, la democracia y la libertad. En cuanto al binomio fe cristiana-democracia, el autor arguye que se basa en el principio de separaci�n entre los deberes de Dios y los del Estado resumido en el adagio �Quae sunt Caesaris Caesari et quae sunt Dei Deo�, si bien aclara que, a su parecer, el catolicismo no puede estar de acuerdo con la idea de una verdad totalmente libre sin tener en cuenta la fe (p. 305). Contin�a aclarando que el cat�lico considera que la democracia tiene una debilidad intr�nseca al haber hecho desaparecer toda adhesi�n formal y exterior a una religi�n y, por extensi�n, a un Dios; adem�s, considera que relegar la religi�n a la esfera �ntima de la conciencia individual y a la pr�ctica cultural privada comporta un profundo desequilibrio. Para terminar declara Guyon que el Derecho, incluyendo el Derecho constitucional que emerge como norma �ltima, ya no sirve m�s al bien com�n, sino que se ha reducido a un conjunto de t�cnicas procedimentales abstractas o investidas de una moral circunstancial y cambiante a merced de las mayor�as sucesivas (p. 319).

Comenzamos esta recensi�n aludiendo al prefacio de la obra y, como colof�n, volvemos al mismo para exponer la soluci�n que, seg�n Joblin, propone nuestro autor (p. 11): invitar a los actores sociales y pol�ticos a tomar conciencia de que las nuevas reglas destinadas a promover el universalismo y el reconocimiento de todos los hombres, sea cual sea la tradici�n cultural con la que se definan, pueden y deben tomar en consideraci�n la antropolog�a jur�dica de Occidente. [Recibido el 18 de enero de 2011.]



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